LA FERIA

Ara que s'acosta el Gran Ball de Xifres d'Abril (no el del Fòrum, que és circumstancial, sinó l'anual de la FECAC i el seu cor d'aplanadors de llençols), em permeto transcriure una columna de l'etnògraf Bienve Moya apareguda a La Vanguardia d'avui...

AMARGA CATALUNYA

Buena parte de la elite intelectual barcelonesa, a pesar de su sabiduría y erudición, es muy capaz de confundir –sin ningún tipo de rubor o sentido del ridículo– “bou per bèstia grossa”. Viene al caso la petición hecha por el concejal Jordi Portabella al alcalde de Barcelona de no mezclar la Feria de Abril de Catalunya con el Fòrum de les Cultures. Esta petición, que debería haber sido atendida por cualquier persona con un mínimo conocimiento de lo que realmente se cuece y de la “calidad cultural” de esta manifestación festiva, ha sido utilizada por alguno de esos intelectuales como argumento para incidir en las peregrinas fobias y filias sobre supuestas tomas de decisión y actitudes –a veces sólo intuidas desde sus altas torres de marfil– de algunos sectores catalanes hacia la inmigración española.

Para comenzar, hablemos de la celebración que originó la petición del señor Portabella desestimada por el alcalde. La Feria de Abril de Catalunya está organizada por algunos señores residentes en el área metropolitana para mostrar una supuesta cultura popular andaluza a los catalanes y para favorecer los lazos de hermandad e integración entre los dos pueblos. Podemos decir, de entrada, que la elección de la Feria para estos fines no es muy afortunada. Se lo dice el hijo de un andaluz: la Feria de Abril no es ninguna bandera representativa de la cultura popular andaluza. sino una simple, aunque notable, fiesta de los sevillanos. Si le diéramos carácter de representación amplia de la cultura popular andaluza, tendríamos que admitir la pretensión de unos cuantos señores de que la sardana representa la totalidad de la cultura popular catalana, algo que ya sabemos que no es cierto.Y si no que se lo pregunten, por ejemplo, a los habitantes de las Terres de l'Ebre.

En la Feria no se manifiesta la cultura popular de la mayoría de andaluces residentes en Catalunya, lo que la hace inadecuada para cualquier representatividad en el Fòrum. Si acaso representa algo es la chabacanería de algunos de sus dirigentes, el oportunismo de otros, o de los mismos, y las ganas de tranquilizar su mala conciencia de algunos políticos y de parte de la citada elite catalana. Les guste o no a los organizadores, al alcalde y a sus asesores, la celebración no tiene otro valor cultural y social que el que posee la política sobre la cultura popular más reaccionaria del tardofranquismo, que se manifestaba a través de Educación y Descanso y de la Sección Femenina. Aún así, aseguramos sin dudar que a la llamada Feria acuden personas con tanta buena fe como las que iban a las manifestaciones de las citadas organizaciones durante el franquismo; personas tocadas por la lógica nostalgia de un país que se vieron obligadas a dejar por razones ajenas a su voluntad. Estas personas se mezclan con una larga procesión de políticos en busca de votos populares, pijos y esnobs que van a “codearse” con las “masas trabajadoras” de la periferia. Así que, señor alcalde, le recomiendo que escuche al señor Portabella. El Fòrum ganará en calidad y en veracidad. Puedo asegurarle que la cultura andaluza tiene formas más atractivas y genuinas que ésta que los dirigentes de la Fecac –sin autoridad para representar a nadie más que a ellos mismos y a los socios de sus entidades– y sus asesores le quieren colar, quizás influidos por la más que posible mala conciencia sobre la inmigración española, y por la desinformación sobre la cultura popular andaluza y, posiblemente, también catalana.

                                                                                    Bienve Moya, gestor cultural

Sobre el màxim responsable de la FECAC, aquesta entrevista és prou interessant.